Esta semana, como cada curso escolar, desde el Departamento de Orientación del colegio, estudiamos a los alumnos que van a cambiar de etapa. Sacamos nuestras lupas y buscamos genios ocultos, desvelamos dones, descubrimos lo que son capaces de hacer alumnos que a veces no lo demuestran, confirmamos los que con constancia superan todo y nos adelantamos a posibles dificultades.
Cargadas con diversas pruebas psicopedagógicas, visitamos a los grupos de 5 años en Infantil, los de 6º de Primaria y 4º de la E.S.O. y… ¡hacemos la foto! Porque así se lo explicamos a ellos, especialmente a los mayores: «Chicos, esto es una foto. Vamos a esforzarnos por salir bien, pero si el resultado no es favorecedor, pensemos que hemos quedado mal, no que seamos así de poco atractivos».
El objetivo es el mismo que guía siempre nuestra actuación: conseguir adaptarnos a la diversidad de nuestros alumnos y alumnas, y enseñar a cada uno de ellos como lo necesita.
En el cambio de etapa, donde cambian profesores, dinámicas, exigencias, estrategias y hábitos, es fundamental que conozcamos a todos lo máximo posible. Y, así, el curso que viene, nuestros brazos estarán un poco mejor preparados para recibirlos en la aventura de una nueva etapa escolar.
